martes, 6 de marzo de 2012

LLuís Martínez Sistach, arzobispo de Barcelona, alias "regreso al pasado"

El cardenal arzobispo de Barcelona, Lluís Martínez Sistach, se ha referido al caso de los robos de bebés en declaraciones de Catalunya Ràdio en las que tras admitir que no conoce la realidad del caso, mostraba su convencimiento de que se trataba de un "caso puntual" y solicitaba que a la hora de juzgar se hiciera "con criterios de aquél tiempo".

A ver, por partes.

Lo primero, cuando no se conoce la realidad, lo mejor es estarse callado para no meter la pata, aunque a Su Eminencia eso se la debe traer al pairo. Supongo que se siente influido por la infalibilidad papal, pero no es el caso. Ni siquiera creo que lo sea en el del Papa. Yo tampoco soy infalible, pero cuando no sé de algo intento no opinar, y ya sé que eso puede chocar con lo que estoy haciendo ahora, pero creedme si os digo que de meter la pata tengo un master.

Siguiendo con el tema, según la avalancha de noticias que han aparecido últimamente, la existencia de asociaciones de afectados y los últimos intentos de exhumación en Euskadi que han concluido en la extracción de féretros vacíos, no parece que se pueda considerar el tema como puntual. Tampoco se puede hablar de trama de robo de bebés, pero desde luego no parece que sean hechos aislados en un hospital de una ciudad y con un determinado personal.

Y para el final, lo mejor. Su Eminencia Reverendísima solicita que para juzgar los hechos hay que "situarse en aquel momento, con criterios de aquel tiempo". Lo primero es que S.E.R. nos diga a qué se refiere con los "criterios de aquel tiempo", porque la inmensa mayoría de casos se refieren a los últimos 60 y primeros 70, en los que en España teníamos una dictadura que los más afines querían vestir de democracia orgánica, pero que ni por esas, oiga. Además, España vivía inmerso en el nacionalcatolicismo, que se dedicaba en pasear a Franco bajo palio, que para eso era el "Caudillo de España por la Gracia de Dios". Que maldita la gracia.

Una vez puestos en situación, todos los que perpetraron un crimen tan horrible como es quitar a un hijo de los brazos de su madre diciéndole que había muerto, para después dárselo (previo pago de una módica cantidad) a una famillia de bien, deberían ser declarados inocentes. Y eso es porque en aquel tiempo, de nacionalcatolicismo y democracia orgánica bajo palio, estaban convencidísimos de que estaban haciendo el bien, porque la madre era una roja o porque el padre no quería saber nada de la criatura y no se quería casar, lo que convertía a la madre en una pelandrusca, a la par que una cualquiera y una perdida, que para calificar los errores de las mujeres siempre han sobrado adjetivos. Y seguramente roja, que eso no lo hacen las chicas de buena famillia. Esas se iban a Londres.

Porque no estamos hablando de crímenes que se cometieran en la Edad Media, o de la esclavitud en el Imperio Romano. Estamos hablando de unos crímenes que se cometieron hace 40 años, que es mucho tiempo, pero de los que sus autores posiblemente sigan con vida, y sus víctimas también. Y si tenía razón Guerra cuando dijo aquello de que "a España no la va a conocer ni la madre que la parió", tampoco creo que haya cambiado tanto la cultura española como para rebuznar una frase como la que nos ocupa.

Me parece que los que tendrían que darse cuenta de en qué tiempo están viviendo deberían ser precisamente los miembros de la cúpula de la Iglesia española, que desde que Mariano Rajoy ganó las elecciones parece que se han desatado y no cesan de pedir y pedir, como si les hubiera hecho la boca un fraile. A este paso lo vemos bajo palio cualquier día de estos, como al otro "ilustre" gallego, y de ahí a la democracia orgánica, hay un paso. Por ganas de algunos seguro que no es.

5 comentarios:

  1. Hay gente que se ayuda a sí misma cada día a perder clientela...

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    1. El que ya NO apaga las subestaciones9 de marzo de 2012, 5:41

      ¿Clientela? Pero, ¿en Barcelona hay quien paga para ver a un fulano vestido de sacerdote romano? Creí que solo pasaba delante del Coliseo, en Roma.

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  2. Supongo que lo próximo que pedirá será la restitución del delito de herejía, que la blasfemia esté penada con cárcel y que en Semana Santa no abran los cines, teatros, bares y demás antros de diversión mundana, que es época de rezo y recogimiento. Ya que le gustan tanto "aquellos tiempos" que se quite la careta y que pida el regreso de todas aquellas "buenas costumbres".

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  3. No les des ideas Tyrion, que eso lo guardan para después de las elecciones andaluzas, como el Gobierno la Ley de presupuestos.

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  4. El que ya NO apaga las subestaciones9 de marzo de 2012, 5:59

    "Dejad que los niños se acerquen a mí".

    O si no ya me los voy llevando yo.

    Estos secuestros o desapariciones forzadas son la continuación de los secuestros de niños que el estado español estuvo haciendo después de la guerra civil. Los agentes del gobierno estuvieron raptando en Europa a hijos de "rojos peligrosos" y asignándoselos a familias "de orden".

    Así que cuidado con lo que removemos. No vaya a resultar que Ana Botella en realidad es hija de rojos. Y entonces ya se deja crecer el mostacho, se peina el flequillo para atrás y nos pone a desfilar a todos por la plaza roja de Madrid al himno de La Internacional, detrás de las grúas y de los carros de limpieza.

    Porque entre el nacionalcatolicismo y el estalinismo la diferencia solo fue en lo económico: Los rusos dejaron el campo y llegaron al espacio, mientras que nosotros seguimos con el ladrillo y llegamos al turismo de playa.

    En cuanto a la S.M.I.C.A.R. podéis estar tranquilos: Le queda aproximadamente un siglo de vida. Al menos como organización de masas en España. Casi no tienen kapos y los buenos cristianos que hay entre ellos cada vez se alejan más de la jerarquía.

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